Diciembre es un mes prolijo en festividades de toda índole, pesan más las que aparecen en rojo en el calendario, y por esta época se entrelazan unas a otras como guirnaldas navideñas y así nos engañamos creyendo tener más vacaciones. Diciembre se abre como todos los meses un día 1, que desde 1998 conmemora el Día Mundial de la Lucha contra el Sida. Que la enfermedad mata a millones de personas en el mundo al cabo del año no es ninguna novedad, ni que deja daños colaterales en forma de huérfanos y familiares desasistidos, especialmente en países en vías de desarrollo, tampoco. Y tampoco el sida lo es todo, es sólo una de las muchas enfermedades de transmisión sexual que encuentran el mejor caldo de cultivo en la pobreza y la ignorancia. Como siempre, vamos a echar un poco la vista atrás, a ese país que decían que era el nuestro para encontrar huellas de los hábitos sexuales de nuestros abuelos, que a pesar de los tiempos, seguro que los tuvieron. Recuerdo algún libro de registro sanitario sobre el control de la prostitución en Granada allá por 1920 que existía en algún archivo y sobre el que algún día volveré, pero el contenido de la fotografía que ilustra el texto lo encontré en una biblioteca heredada. Son sencilla y llanamente anuncios de preservativos aparecidos en un boletín interno de la policía del año 1931. «La Discreta» (serían los más vendidos), «La Inglesa» (los imagino usados por el gremio de doctores y licenciados) o los increíbles «Neverrip», de indudable onomatopeya. No puedo evitarlo, miro los anuncios, mezclados con otros de tónicos viriles, compraventas, remedios para las hemorroides y otros de café-bares seguramente tenebrosos y me remiten a un universo masculino frío y triste.
La prensa de la época se halla salpicada de minúsculos anuncios de médicos especializados en enfermedades secretas y vergonzantes
La prensa de la época se halla salpicada de minúsculos anuncios de médicos especializados en enfermedades secretas y vergonzantes, que atienden a los enfermos incluso por correspondencia, publicidades de píldoras milagrosas contra sífilis, gonorreas y otras patologías ocultas descritas con detallismo espeluznante. No se me ocurre que la vida sexual de entonces pudiera ser de otra manera que torpe, rebozada en culpa, y como siempre, en blanco y negro. De todas formas, seguro que hay por ahí algún informe tipo PISA que describa exactamente cuán lejos estamos aún de los colegas europeos en cuestión de prevención y acceso a información, métodos anticonceptivos y salud sexual, especialmente entre los más jóvenes.
Página de boletín «Policía Española», Madrid, 16 de diciembre de 1932
[…] A cuento del día internacional de la lucha contra el Sida, celebrado el pasado 1 de diciembre, Carmen Robles hace un trabajo de arqueología archivera en su blog El carro de heno. ¿Cómo eran los anuncios de preservativos en los años 30? Un boletín interno de la Policía del año 1931 da algunas pistas. […]
Granada despierta con un “pelotazo” urbanístico en el Zaidín | Granada despierta