15
enero

El Semanero de Granada

semaneroÉrase una vez un pequeño periódico, uno de las decenas que llevaban varios siglos apareciendo y desapareciendo en esta ciudad, algunos con tiradas únicas, y otros que tuvieron la fortuna de durar meses o incluso años. Este periodiquito aguantó dignamente el tipo durante un año largo, para ser más concretos entre marzo de 1988 y julio de 1989.

Estos días, dando una vuelta por la hemeroteca he rescatado sus ejemplares, encuadernados en un único volumen. y me he sumergido en la Granada de finales de los ochenta, donde el rock and roll y el teatro de vanguardia andaban a codazos con las noticias sobre autovías por inaugurar en la misma página.

Se llamaba «El Semanero», y estaba dirigido por unos jovencísimos periodistas llamados Antonio Valverde y Rafael Villegas.   Su primera editorial era toda una declaración de intenciones: «El arte y la cultura serán mimados en El Semanero con especial cuidado.  El Semanero aspira a que los granadinos os hagáis con él, a que lo uséis y lo hagáis vuestro. Pero avisamos con tiempo, no esperéis un periódico sumiso».

Había más periodistas, pero también profesores, fotógrafos aficionados, escritores consagrados y hasta alumnos de instituto como yo misma. Se declaraba marcadamente local aunque a veces había alguna nota suelta de nacional e internacional.  También había corresponsales en los barrios, como Isidro Olgoso, que se dejaba caer con largas entrevistas a los representantes del Zaidín o a vecinos cofrades.

Pues sí, leyéndolo ahora hay páginas que harían sonrojar a segmentos atrevidos del gremio, y al mismo tiempo resulta bastante cándido e inocente. Granada en aquella época era una adolescente que corría de los conciertos del Zaidín a un Festival Internacional de Teatro (que tenía un presupuesto de 45 millones de pesetas, casi lo mismo que el Festival de Música y Danza para este año), que se sacudía la caspa que emanaba de un Centro Artístico a punto de morir y que asistía a manifestaciones en contra del cierre del café Suizo.

Todo lo recogía El Semanero, los problemas en las elecciones de la Asociación de Vecinos del Albayzín, que olía a chamusquina ante el anuncio de un Plan Especial de Edificación de 450 viviendas, o la presentación en el Carmen de los Mártires del último disco de 091 con profusión de canapés y la presencia de Jesús Ordovás. 

Fue una gente valiente aquella, como todos los valientes que se lían la manta a la cabeza y montan un medio por que sí, porque me han cerrado el periódico y ahora qué. Su primer número se cerraba con las palabras de Antonio Muñoz Molina:

«Fundar un periódico en una ciudad que viene siendo tan inclemente con casi todos es un gesto de audacia que tiene puntos en común con la temeridad. A veces en Granada les ha ido mejor a los que cierran periódicos o los incendian que a los que los hacen».

 

Comentarios en este artículo

  1. El semanero sacó 18 números: Dos ceros, siete semanales, y 9 cuando Dios quería, cada mes y medio más o menos. El último es de finales de octubre del 89. A la colección de la Hemeroteca granadina le faltan un par de números, que algún día les donaré…

    Antonio Valverde
    • Tomo nota. Aunque sí, allí eché de menos alguna noticia y algún número. Un abrazo.

      elcarrodeheno
  2. […] sin miedo a nada ni a nadie. Otros evocarán, en un registro más serio e informativo, a El Semanero, el proyecto de información independiente de dos periodistas granadinos de finales de los 80, que […]

    Charlie Hebdo no es de Granada

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