23
abril

Expediente Lorca

Documento muerte Lorca cadena Ser

Informe sobre la muerte de Lorca redactado en 1965 por la Jefatura de Policía de Granada, al que ha tenido acceso la cadena Ser.

«…estaba tildado de prácticas de homosexualismo, aberración quie llegó a ser voxpopuli, pero lo cierto es que no hay antecedentes de ningún caso concreto», «conceptuado como socialista», y se consideraba «un masón perteneciente a la logia Alhambra, en la que adoptó el nombre simbólico de Homero, desconociéndose el grado que alcanzó en la misma».

Bien, vayamos por partes. A estas horas todos ya sabemos de los documentos filtrados o expuestos por la Cadena Ser, en los que se muestran los informes realizados en 1965 por el Ministerio de la Gobernación a raíz de la petición de una periodista francesa que, por cierto, nunca llegaron a su poder. Como archivera vuestra que soy, os digo que vistos así, de sopetón,  los documentos tienen toda la pinta de ser verdaderos. Los membretes, la caligrafía, la rebaba de la tinta mecanografiada y hasta lo que adivino de la textura del papel oficial tienen visos de ser auténticos. Muchos años de archivera municipal con ingentes cantidades de documentación de la época franquista me avalan.

Lo que de verdad me llama la atención es el tratamiento de los tres cargos que se le imputan, aunque, a estas alturas, tampoco nos extrañan tanto las cosas de las que acusaba la dictadura.

Los términos en que se acusa a Federico García Lorca son casi los mismos que utilizó la Inquisición durante 400 años

Los términos que se emplean son exactamente los mismos que los que estuvo utilizando la Santa Inquisición desde 1500, documentados en cada uno de los expedientes de secuestros de bienes y acusaciones de los que se conservan cientos de cajas en el Archivo Histórico Provincial de Granada.

Casi todos los granadinos depurados durante cuatrocientos años lo fueron por delitos de «mahometismo» o por sexualidades consideradas no oficiales. Por masones, por no practicar las religiones imperantes, por ser un poco diferentes…

Y por último, lo que de verdad me llama la atención con la difusión que está teniendo la noticia es que en ningún momento se diga dónde estaban esos papeles, en el despacho de quién, en qué archivo, en qué altillo de qué armario esperando su momento.

Según el Decreto 914/1969 de 8 de mayo, documentos como el que hoy es noticia deberían haber ingresado en el Archivo General de la Administración, pero en ninguna noticia he leído que un investigador los haya localizado allí entre otros miles de expedientes. De nuevo el oscurantismo, el miedo, la no transparencia y la opacidad que caracterizan a la mayoría de los gobiernos.

Y mientras escribo esto me vienen dos imágenes, la de un tipo con un apellido muy sonoro que una noche de fiesta, con un cubata en la mano, se me jactaba de que su abuelo fue el responsable de la muerte de Lorca. Y otra, que mi tía Josefina de Fuente Vaqueros me contaba que rondando 1950 se escondía el libro de Federico entre los pliegues de la falda al ver llegar por el camino a la Guardia Civil.

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